La ansiedad de los niños, mejor trabajarla con los padres

Los docentes son conscientes que muchas veces los problemas de un niño provienen del contexto familiar. Esta evidencia, de la cual os hablamos a continuación, viene a refutar esta impresión. Pero también aporta un gran valor en la hora de solucionar alguno de los problemas que podéis percibir en el alumnado: concretamente la ansiedad.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Manchester decidió investigar el efecto de intervenir exclusivamente sobre los padres cuando un niño presenta ansiedad. Cuando sucede esto, parece que es el niño el que tiene que resolver su problema. Pero estos investigadores quisieron averiguar en qué medida la solución al problema está en manos de los padres. Que es casi como preguntarse si la ansiedad de un niño puede venir provocada por sus padres.

De aquí viene que decidieran hacer una revisión sistemática de estudios previos sobre la ansiedad infantil en los cuales se hubieran llevado a cabo intervenciones exclusivas en los padres. Identificaron 29 investigaciones publicadas entre 1999 y 2020, en las cuales se había estudiado en 2.916 personas.

Si bien, la mayoría de los estudios se centraban en niños con variedad de diagnósticos de ansiedad, cinco de ellos se centraron en diagnósticos específicos: ansiedad por separación, fobia específica a la oscuridad o mutismo selectivo. Las edades de los niños oscilaban entre los 4 y los 17 años. Veintitrés estudios evaluaron una intervención de terapia cognitiva conductual con los padres. La duración de la intervención varió de 4 a 22 semanas, siente la mayoría de ellas de entre 10 y 12 semanas.

La conclusión fue que, en los casos de ansiedad infantil y juvenil, las intervenciones centradas en los padres pueden ser efectivas para reducir los síntomas, y son una alternativa importante a la terapia cognitiva conductual centrada en el niño o el adolescente. Actuar en los padres no solo funciona, sino que, además, los efectos sobre el menor se notan en menos tiempo que con la terapia centrada en el propio menor.

Hasta hoy, esta es la primera revisión sistemática sobre la eficacia de las intervenciones en los padres, en relación con los trastornos de ansiedad de los hijos. Sin embargo, los investigadores son prudentes en sus conclusiones, puesto que observaron que algunos de los estudios revisados habían sido hechos de manera poco rigurosa. A pesar de estas limitaciones, las observaciones sugieren que las intervenciones realizadas sobre los padres pueden generar resultados positivos para los niños.

Para ver artículo original clicar aquí