India, Junio del 1918, un brote de gripe que pone fin en la vida de más de 17 millones de personas.

14 de diciembre del mismo año, en Bellur, una pequeña población del sur, en el seno de una familia pobre, una mujer, infectada por la enfermedad da a luz su hijo número 11, que nace con pocas esperanzas de sobrevivir.

Débil y enfermizo, el niño sufre frecuentes ataques de malaria, tifus y  tuberculosis. Agravados por la desnutrición, causada por la pobreza de la numerosa familia, el pronóstico de los médicos es que no viviría más allá de los 20 años.

El año 2004, en la edad de 85 años, la revista Time lo incluye en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo, al apartado de héroes e iconos, junto con personajes como Nelson Mandela o el Dalai Lama.

También es candidato al Premio Nobel de la Paz.
 
El agosto del 2014, muere con 95 años de edad.
 
Estamos hablando de Bellur Krishnamachar Sundararaja Iyengar, más conocido como BKS Iyengar, padre de uno de los estilos de yoga más practicados del mundo, que empezó su práctica a los 15 años, para fortalecer su malparado cuerpo.
“La belleza del yoga Iyengar en particular es la revelación que hay una arquitectura viva escondida en todos nosotros que solo necesita ser revelada… BKS Iyengar enseña que el cuerpo tiene que fluir hacia la postura de yoga, del mismo modo que la luz llena un diamante muy tallado”.

El método Iyengar se caracteriza por su

  • Técnica: Todas las posturas tradicionales se han analizado minuciosamente, en base a un profundo conocimiento de la anatomía y fisiología del cuerpo humano. Se tiene en cuenta la posición, alineamiento, estiramiento, simetrías…  bien compaginado con la respiración. Ello le confiere una gran fiabilidad en la práctica y unos cambios rápidamente perceptibles y duraderos.
  • Dinamismo: La práctica de las asanas (posturas) se configura en su secuencia, duración, variantes…, en función de la persona, sus capacidades, objetivos… Tienen la misma importancia la entrada y la salida de la postura, que la permanencia en la misma.
  • Precisión: Se cuida hasta el más mínimo detalle de la ejecución de la postura. Ésta se construye teniendo en cuenta todas sus implicaciones a nivel físico, mental y emocional. Lo cual supone también un entrenamiento de la atención y la concentración.
  • Eficacia: La constancia es el secreto para obtener resultados en cualquier disciplina. Con el yoga Iyengar es suficiente fijarse en como estoy antes de la clase y como estoy al salir de ella. La diferencia es tan notable que hace evidente e indiscutible su efectividad.

Beneficios

  • Aporta descanso, serenidad y energía
  • Incrementa la elasticidad, el equilibrio y el tono muscular
  • Mejora la circulación y la movilidad
  • Potencia la atención y la concentración
  • Regula el funcionamiento de glándulas y órganos internos
  • Aumenta la estabilidad emocional
  • Revitaliza cuerpo y mente
  • Contribuye a la salud y el bienestar general

¿Quién puede practicarlo?

  • Al ser totalmente personalizable puede practicarlo cualquier persona, a cualquier edad sin importar el momento vital de la misma (niño/as, mujeres embarazadas, personas convalecientes, de edad avanzada…).
  • El utilizar material de apoyo (mantas, cintas, cuerdas, sillas, bloques de madera…) permite la adaptación de la práctica a las necesidades particulares de cada persona.
  • Metodología ampliamente analizada y experimentada.
  • Todo ello hace que se trate de un yoga seguro además de eficaz.

A CARGO DE

BERTULLO, IVANNA

Profesora de Yoga 

Licenciada Educación Física


Nací en Montevideo (Uruguay) en 1978, empecé la práctica de Hatha Yoga con 9 años de edad. Profundicé mis estudios en el año 1994.

Siempre tuve claro que quería ser profesora de yoga…

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MARTÍNEZ, ENOC

Profesor de Yoga

 


Desde mi infancia he crecido infuenciado con las filosofías como el budismo o el naturismo (entre otras).

 

Me he formado como profesor de yoga, según la tradición de Yoga Iyengar.

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