En la infancia el campo de aportación que tiene la osteopatía actualmente es muy amplio. Desde el momento del nacimiento el tratamiento puede armonizar las posibles tensiones provocadas durante el parto.
Está indicada en casos de plagiocefalia, tortícolis congénita, problemas en la lactancia y cólicos. A medida que el bebé crece toma especial importancia la revisión de cómo va alcanzando su madurez psicomotriz. Se recomienda revisar el volteo, el gateo hasta que camine de forma autónoma.
En los primeros años de vida, la osteopatía también puede ayudar en problemas de sueño, afectaciones respiratorias, problemas digestivos y de aprendizaje.
Muy recomendable el seguimiento en el embarazo y postparto, para reforzar un vínculo sano de la madre y el bebé.