Bert Hellinger hace una gran aportación al explicarnos cómo el Amor crece y florece en la familia dentro de un orden. Cada miembro de la familia o del sistema tiene un lugar de dignidad y respeto.

Las constelaciones familiares y el trabajo sistémico ponen en evidencia la profunda conexión de cada persona con su sistema familiar donde existen profundos vínculos de amor y lealtad. Si un miembro del sistema deja asuntos sin “resolver”, es probable que alguien de la próxima generación, intente resolverlo de modo totalmente inconsciente.

En este trabajo se manifiestan las fuerzas conflictivas que actúan en el sistema. La toma de consciencia de las dinámicas e implicaciones, lleva a comprender los “Ordenes del amor” y a generar soluciones que aportan paz y bienestar a los miembros de la familia.

Dirigido a

A las personas que quieran trabajar asuntos problemáticos de su vida, ya sea de naturaleza relacional y familiar (pareja, padres-hijos, hermanos, etc.) o bien enfermedades, perdidas y duelos, comportamientos difíciles, guiones y pautas repetitivas.

Interesa también a personas que se dedican a profesiones de ayuda. Terapeutas, psicólogos, médicos, educadores, asistentes sociales…

Por ultimo interesa a toda persona con afán de aumentar la comprensión de sí misma y de sus relaciones vitales.
Las personas que hacen su constelación, se eligen durante el taller entre las que lo piden.

Beneficios

La participación en un taller, bien haciendo el propio trabajo, bien haciendo de representante, no nos deja indiferentes, sino que impregna con nueva fuerza nuestra vida y nos permite hacer nuevas elecciones.

La persona obtiene una imagen nueva y sanadora de su sistema familiar, en el que cada uno ocupa el lugar que le corresponde, ya sea en su familia, en su entorno, en las relaciones.
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El profesional que conduce el taller debe tener una preparación adecuada para conducir de una manera respetuosa y clarificadora todo el proceso.

Este es el primer camino hacia la felicidad: mantener la conexión con nuestras raíces, extendernos y ser felices desde allí.

La gran felicidad está en consonancia con la vida

 

Bert Hellinger